Emprendimiento y oportunidad de negocio son dos conceptos que van siempre de la mano. El emprendimiento social busca aprovechar la oportunidad, pero con un enfoque hacia la solución de problemas sociales y ambientales, a dejar una huella positiva en el entorno. La reciente pandemia ha puesto de manifiesto el papel clave de este tipo de emprendimiento, un emprendimiento que va más allá de la generación de ingresos económicos y que contribuye a solucionar problemas sociales, culturales y ambientales.
Así, podemos afirmar que el emprendimiento social se refiere al proceso de creación de valor social mediante la utilización de diferentes medios existentes en el mercado y juega un papel clave, ayudando a resolver problemas sociales críticos o en la creación de valor social sostenible. Este valor social se instrumenta en la creación de soluciones innovadoras a los problemas sociales, con el objetivo de mejorar el desarrollo socioeconómico sostenible del entorno, a través de la puesta en práctica de nuevas ideas, habilidades, u otros recursos y capacidades para mejorar la vida de las personas.
Analizando los últimos datos sobre emprendimiento social en España, en los años previos a la pandemia, el Informe Especial GEM sobre Emprendimiento Social afirmaba que los negocios iniciados por emprendedores sociales aumentaron en la mayoría de regiones del mundo, siendo cada vez mayor el número de personas que iniciaban su actividad emprendedora con el objetivo de buscar el bien común y no solo con la meta de obtener beneficios.
Según este informe, en el caso de España, a pesar de que la creación de este tipo de iniciativas estaba en crecimiento, todavía poseía un índice bajo (0,9%) respecto a la media europea (2,98%) pero, sin embargo, se situaba por encima de países como Alemania o Noruega.
En la actualidad, según el último Informe GEM España, la mayoría de las personas emprendedoras consultadas, y especialmente las mujeres, manifiestan su preocupación por el impacto social y medioambiental de sus iniciativas, y cada vez más iniciativas emprendedoras incorporan, desde su creación, medidas concretas para minimizar el impacto medioambiental y maximizar el impacto social de su actividad empresarial.
La evolución en los últimos años es clara y cada vez más personas tienen presente las implicaciones sociales y medioambientales de sus acciones.
Cabe destacar que los últimos datos del Informe GEM Comunidad Valenciana, muestran que el 55% de las personas que emprenden en nuestra región, lo hace teniendo presente en sus motivaciones, la idea de que su iniciativa deje un impacto positivo en la sociedad.
Autores: Marina Estrada de la Cruz. Profesora de Organización de Empresas de la UMH.
Ignacio Mira Solves. Director de la Cátedra